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Hasta el siglo XVI, Calella estuvo integrada en la parroquia de Pineda de Mar. En 1528 se independizó y poco después se inició la construcción del nuevo templo, que se consagró en 1564. Esta primera iglesia se derrumbó en 1747 y fue reconstruida de nuevo en 1756 y ampliada a partir de 1785 según el proyecto de Josep Morató, de Vic. El edificio, de una nave, con cúpula sobre el crucero y capillas laterales entre los contrafuertes, sigue el modelo barroco derivado de Sant Felip Neri, de Barcelona. La fachada tiene un esquema de tres cuerpos con testero semicircular y laterales decrecientes, portada arquitravada con frontón roto, hornacina y rosetón central. De la misma época es el campanario de base cuadrada con el cuerpo superior octogonal, modelo ampliamente repetido en todo el país. Flanqueando la nueva portalada, fueron colocadas las cabezas de los doce apóstoles, que habían sido esculpidas por Jean de Tours en el siglo XVI formando parte del altar mayor. La iglesia fue muy dañada en 1936 y restaurada entre 1940-51. El vitral del rosetón es obra del artista vitralero Pere Cánovas i Aparicio y está dedicada a los patrones del municipio, Sant Quirze y Santa Julita.
La portada de la iglesia de Santa Maria es barroca, construida en el siglo XVIII después del derrumbe del edificio primitivo. Su singularidad radica en el hecho de haber incorporado a la obra las cabezas de los doce apóstoles esculpidos por Jean de Tours en piedra nummulítica a mediados del siglo XVI y que habían formado parte del altar mayor. Las testas en relieve de los doce apóstoles están repartidas en una especie de lápidas en los laterales de la portada. Sorprende el contraste de la piedra blanca de estos relieves con el color ocre del resto de la fachada. Jean de Tours murió en Calella en 1563.
Can Quadras es un edificio de planta baja y dos pisos, que esquina, con la fachada estructurada a tres niveles, separados con un moldurado simple. El paramento es de estuco en franjas horizontales, que imitan sillares en la esquina. Es en la esquina donde está el elemento más destacable: una capillita neogótica, añadida en torno a 1900, donde hay una imagen de San José con el Niño Jesús.