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Hasta 1848 el territorio extramuros de Cardona formó un término o municipio autónomo llamado el Vecindario de Cardona. El núcleo más importante es el raval de la Coromina.
Cerca de la carretera que va al Miracle está el arrabal minero de las Colonias Arquers. También se vinculan a la villa de Cardona los barrios de la Colonia Manuela, situada junto a la Coromina y a los pies de la carretera de Manresa, Els Escorials, junto a la anterior y el barrio de Bergús.
En el antiguo camino de Manresa, que pasaba por poniente del Salino de Cardona cerca de las canteras, estuvo la iglesia de Santa Cecilia. En el sector sur del término, cerca de la carretera que lleva al Miracle, se encuentra la ermita de la Virgen de Lourdes, donde se celebra un encuentro el Lunes de Pascua; en el sector noroeste, rodeada de masías, está la ermita de Sant Salvador y en el extremo noreste, camino de Navel, está la masía de Sant Tovà.
La historia de Cardona se remonta a la época prehistórica, como demuestra el material neolítico encontrado en la colina del castillo. También hay material ibérico y romano.
La primera mención del castillo de Cardona se puede datar en 798, cuando Lluís el Piadós encomendó a un conde Borrell, hispanovisigodo, la fortificación de los castillos o vigías de Casserres y de Cardona (que estaban ya en decadencia), en la frontera de poniente de la Marca, antes de la conquista de Barcelona, fortificación que probablemente no llegó a llevarse a cabo. La verdadera reconstrucción de una fortaleza en este lugar fue realizada por Guifre el Pelós hacia el 880, cuando estableció la frontera en el Cardener y se determinó a repoblar este sector. La carta de poblamiento de Cardona, que el conde Borrell II concedió el 23 de abril de 986 y que también firmaba el señor de Cardona Ermemir llamado vizconde, obligaba a los hombres de la villa a invertir un día semanal en la obra del castillo, sancionaba algunos crímenes según las leyes góticas y exhortaba a la defensa del castillo y a la ayuda al conde de Barcelona contra los enemigos.