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Pisar las calles de Castellón de la Plana es como adentrarse en un libro de historia y cultura. Cada rincón de esta ciudad en la Comunidad Valenciana te espera con tesoros arquitectónicos y experiencias únicas.
Comenzamos nuestra travesía en la impresionante Plaza Mayor, un lugar que respira historia y está rodeado por algunos de los edificios más emblemáticos de Castellón. Entre ellos, la Concatedral de Santa María la Mayor, majestuosa en su estilo gótico valenciano y neogótico, y el Ayuntamiento, cuyo Palacio Municipal de estilo barroco es un testimonio de la grandeza de la ciudad.
A pocos pasos, se alza el imponente El Fadrí, una torre campanario de 60 metros de altura que ofrece una vista panorámica espectacular de la ciudad desde su terraza. Subir los aproximadamente 200 escalones en su escalera de caracol es un esfuerzo que vale la pena para disfrutar de estas vistas únicas.
Desde la plaza, nos adentramos en el Mercado Central, un paraíso gastronómico donde más de 60 puestos de alimentos frescos y locales invitan a saborear la esencia culinaria de Castellón. Los aromas y colores te seducen mientras exploras sus pasillos.
Cerca de la Plaza Mayor, encontramos la Llotja del Cànem, un edificio barroco del siglo XVIII que, hoy en día, alberga exposiciones temporales y eventos culturales. Su arquitectura y las pinturas alegóricas en su piso superior son dignos de admiración.
Tras un paseo por las calles comerciales Alloza y Enmedio, donde las marcas nacionales e internacionales te tentarán, la Plaza de l’Hort dels Corders te espera para un merecido descanso. Esta amplia plaza, construida en honor a los trabajadores locales del cáñamo, está presidida por el Monumento al rey Jaime I y el Monumento al Menaoret.
Continuando nuestra ruta, llegamos al Parque Ribalta, un oasis de tranquilidad construido sobre un antiguo cementerio. Sus senderos naturales y áreas de descanso, como el Templete de la Música y el estanque, te invitan a relajarte y disfrutar de la naturaleza en el corazón de la ciudad.
En el centro, la Plaza Tetuán te lleva de regreso a la historia con la visita a un Refugio Antiaéreo, una ventana al pasado que muestra cómo vivían los castellonenses durante la Guerra Civil. Paneles informativos narran historias de valentía y resiliencia.
A unos pasos, el Museo de Bellas Artes de Castellón te sorprenderá con su arquitectura vanguardista y su variada colección que abarca desde arqueología hasta pintura y escultura. Obras cedidas por museos de renombre como el Museo del Prado y el Museo Reina Sofía de Madrid enriquecen la experiencia.
No muy lejos del centro, la Basílica de la Virgen del Lledó, con su estilo neoclásico, alberga una rica colección de arte sacro, incluida la imagen de la Virgen del Lledó, patrona de la ciudad.
Para completar nuestra exploración, nos dirigimos a El Grao, el barrio marinero de Castellón de la Plana. Aquí, el aroma del mar y el encanto de las casas modernistas te envuelven. Puedes visitar la lonja de pescado, el faro y relajarte en las playas del Pinar y del Gurugú.
Y si el hambre llama, no te preocupes. Castellón de la Plana ofrece una variedad de restaurantes que satisfarán tu paladar, como el Restaurante Mediterráneo y la Tasca Del Puerto.
Así, en cada rincón de Castellón, se teje una historia fascinante y una experiencia inolvidable. La ciudad te espera, lista para revelar sus secretos y belleza a cada paso.