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La Torre de les Bruixes formaba parte de la antigua muralla de Torroella y fue una de sus últimas fortificaciones, construida en el siglo XVI, por lo que se conocía como la Torre Nova. Es una torre de planta circular, con la base ataludada, hecha con hiladas de sillares sólo careados, abierta con aspilleras, aptas para arma de fuego. Al lado de la torre hay un tramo de muro con una puerta de medio punto, ahora tapiada.

El Castillo de Montgrí está situado en lo alto de la montaña de Montgrí, de una altura de 315 metros, fue construido por encargo del rey Jaime II entre los años 1294 y 1301. Su construcción debe situarse en el marco de los enfrentamientos entre el rey y el conde de Empúries, Ponç V. Sometido el conde durante el curso de las obras, éstas fueron interrumpidas y el castillo nunca llegó a terminarse.

Es una fortificación planta cuadrada, con muros de altura considerable y torres circulares en sus ángulos. El aparato está formado por sillares bien cortados, dispuestos en hiladas, de tamaño irregular. La fachada principal, se abre con un portal de punto redondo, en cuyo mismo eje, en lo alto, hay un matacán defensivo. En las cuatro fachadas podemos ver numerosas aspilleras y ventanas geminadas. En el interior podemos observar los ensamblajes de las antiguas estancias. No muy lejos del castillo se encuentra la cisterna, muy bien conservada, y también la cantera de la que se extraían los materiales constructivos.

El acceso al castillo se puede realizar por dos vías: desde la ermita de Santa Caterina y, la más habitual, saliendo de Torroella. En la calle de las Dunes nace un camino, bien indicado, de unos 4 km, que en 45-50 minutos nos llevará a lo más alto. Es un camino fácil, aunque tiene algunos tramos muy pedregosos, apto para niños. Una vez arriba, las panorámicas desde el castillo son extraordinarias.