La función principal del sudor es regular la temperatura del cuerpo, enfriándolo cuando está más caliente de la temperatura normal (entre 36ºC y 36.5ºC). Cuando la temperatura sube, las glándulas sudoríparas producen sudor para que el cuerpo no se caliente demasiado. Al sudar, el cuerpo elimina el exceso de calor producido por el metabolismo o la tensión muscular.
Por ejemplo: Cuando se realiza un esfuerzo físico aumenta la temperatura corporal. A través del sudor, el cuerpo se enfria y reduce la temperatura.
Además de la actividad física, los cambios hormonales (como la menopausia y la enfermedad de la tiroides) y emocionales (ansiedad, nerviosismo, estrés, miedo, dolor) también influyen en la producción de sudor. Al sudar, el cuerpo pierde mucha agua y otras sustancias, por lo que es muy importante hidratarse bien en estas situaciones.