Un consulado se puede definir como una pequeña oficina oficial de un país en otro país, para representar a la administración oficial de un país en ese país. Normalmente se ocupa de los asuntos de sus propios conciudadanos con respecto a la renovación del pasaporte, visado, vivienda y otros documentos oficiales requeridos en el país anfitrión.
Además, los informes de nacimientos, defunciones, matrimonios, divorcios, adopciones, etc. de conciudadanos, que pueden ocurrir en ese país anfitrión, son comunicados por el consulado al gobierno de origen.
Es deber del consulado de un país orientar a sus ciudadanos en los países de acogida y orientarlos en caso de angustia o situaciones de emergencia en el país de acogida. Además de tratar los asuntos de los conciudadanos, también orienta a los extranjeros que estén dispuestos a viajar al país de origen del consulado.