El mandril está actualmente clasificado como especie vulnerable por la UICN.
Se desconoce el número de mandriles en la naturaleza, pero se estima que la especie ha disminuido en más del 30% desde 1978. Se cree que la mayor población restante vive en Gabón, donde el mandril está protegido en el Parque Nacional de Lopé.
El mandril es cazado por su carne. Esta amenaza es más significativa en Gabón, donde la carne de mandril tiene un precio alto, y en la República del Congo, donde las poblaciones de mandril cerca de los asentamientos humanos son atacadas por cazadores.
Los bosques de hoja perenne, el hábitat natural del mandril, se están fragmentando o desapareciendo por completo debido tanto a la tala de tierras para uso agrícola.