Correr en asfalto o en tierra tiene sus propios beneficios y desventajas. Correr en asfalto proporciona una superficie dura y plana que es fácil de seguir y mide. Es bueno para mejorar la velocidad y la resistencia, ya que el asfalto es más duro y proporciona una mayor resistencia que la tierra. Sin embargo, correr en asfalto también puede ser más duro para las articulaciones debido al impacto del piso duro.
Correr en tierra es más suave para las articulaciones, ya que la tierra es una superficie más blanda y amortiguada. También puede proporcionar un entorno más natural y variado para correr, ya que se pueden encontrar diferentes terrenos, como senderos con pendientes o terreno irregular. Sin embargo, correr en tierra puede ser más desafiante ya que puede ser más difícil mantener el equilibrio y evitar lesiones en los pies debido a la superficie irregular.
En general, ambos tipos de superficies tienen sus beneficios y desventajas. Es recomendable variar entre ambos tipos de terrenos para obtener una variedad de estímulos y minimizar el riesgo de lesiones.