El ajolote es una salamandra (un tipo de anfibio con un cuerpo parecido a un lagarto), tiene una cola larga y una piel suave y húmeda. El ajolote tiene patas cortas y ojos muy espaciados. Sin embargo, lo primero que notarás son sus tallos branquiales externos, que parecen árboles que crecen a ambos lados de su cabeza.
Si un ajolote se lesiona, la carne vuelve a crecer exactamente como estaba, sin dejar cicatrices. Esto se llama regeneración.
De hecho, si un ajolote pierde una extremidad completa, otra volverá a crecer en su lugar y funcionará con total normalidad.
La mayoría de los anfibios se someten a un proceso llamado metamorfosis. Durante este proceso, el cuerpo de un anfibio cambia completamente. El anfibio desarrolla pulmones en lugar de branquias, y es capaz de dejar el agua.
Los ajolotes, sin embargo, rara vez alcanzan la etapa final de la metamorfosis. Viven en el agua durante toda su vida. Esto se llama neotenia.
Extrañamente, si a un ajolote se le inyecta un químico llamado yodo, sufrirá una metamorfosis y cambiará a su forma adulta.