Es normal sentirse solo de vez en cuando, especialmente si has pasado por un cambio significativo en tu vida o si estás lejos de tus amigos y familiares. Sin embargo, sentirse solo de forma crónica puede afectar negativamente tu bienestar emocional y tu salud física. Algunas posibles consecuencias de sentirse solo de forma prolongada pueden incluir:
Aumento del riesgo de depresión y ansiedad
Mayor probabilidad de sufrir enfermedades físicas, como problemas cardíacos y trastornos del sueño
Mayor probabilidad de desarrollar problemas de abuso de sustancias
Mayor probabilidad de sufrir un deterioro cognitivo
Si te sientes solo de forma crónica, es importante que busques apoyo. Esto puede incluir hablar con amigos y familiares, unirte a grupos de interés o actividades que te permitan conocer a nuevas personas, o buscar ayuda profesional, como un terapeuta o un consejero.