Antes de salir a correr, es importante que el cuerpo tenga suficiente energía para sostener el ejercicio. Lo ideal es comer una comida completa con carbohidratos, proteínas y grasas saludables al menos 2-3 horas antes del entrenamiento.
Los carbohidratos proporcionan energía rápida al cuerpo y se pueden encontrar en alimentos como el pan integral, el arroz, las pastas, las frutas y las verduras.
Las proteínas ayudan a reparar y desarrollar los músculos, y se pueden encontrar en alimentos como carnes magras, pescados, huevos y lácteos bajos en grasa.
Las grasas saludables, como los ácidos grasos omega-3 y los ácidos grasos monoinsaturados, son importantes para el corazón y pueden encontrarse en alimentos como los frutos secos, las semillas y el aceite de oliva.
Si no tienes tiempo para comer una comida completa antes de salir a correr, puedes optar por una merienda rica en carbohidratos y baja en grasas y proteínas, como una fruta o un batido de leche y frutas. Sin embargo, es importante evitar comer alimentos pesados o grasos justo antes de correr, ya que esto puede causar molestias estomacales durante el ejercicio.
Es importante también recordar que cada persona es diferente y es posible que algo que funcione para alguien, no funcione para otro, es por eso es recomendable hacer pruebas y adaptar los hábitos alimenticios al entrenamiento y a nuestro propio cuerpo.