El chicle consiste en una base de goma de mascar y saborizantes, incluidos los edulcorantes. Es cierto que la base de goma (hecha de chicle sintético y sustancias resistentes similares) no puede ser digerida. Sin embargo, el sistema digestivo del cuerpo se ocupa de los chicles de la misma manera que maneja otras sustancias no digeribles, convirtiéndola en excremento. Cuando se traga un chicle, entra en su estómago y el azúcar, los aromatizantes y otras sustancias solubles están disponibles para su posterior digestión y uso por parte del cuerpo. El sistema digestivo es muy bueno en separar lo que se puede usar de lo que no se puede usar, como el chicle, que pasa sin cambios a través del intestino delgado. Continúa hacia el intestino grueso, y en pocos días se expulsa con todas las otras partes indigestas de su comida.

¿Eso significa que tragar chicle es perfectamente seguro? Pues sí y no. La ingestión de una gran cantidad de chicle (como es habitual que hagan los niños pequeños) puede causar problemas. Demasiados chicles pueden formar un bezoar gástrico, causando un bloqueo que puede requerir cirugía. Y si traga otros productos no alimenticios, como juguetes o monedas, agregar una base de goma solo empeorará las cosas si se adhiere a ellos.