La mortadela es un embutido hecho a base de carne picada y condimentada. Algunas personas pueden disfrutar de comer mortadela, mientras que otras pueden preferir no hacerlo. En general, es importante tener en cuenta que comer cualquier tipo de alimento con moderación es una parte saludable de una dieta equilibrada.
La mortadela puede ser una fuente de proteína, hierro y otros nutrientes, pero también puede contener alto contenido de grasas saturadas y sodio. Por lo tanto, es importante leer las etiquetas de los productos de mortadela y elegir opciones con menos grasas saturadas y sodio si es posible. También es importante recordar que la mortadela y otros embutidos similares no deben consumirse crudos, ya que pueden estar contaminados con bacterias que pueden ser peligrosas para la salud.
En resumen, la mortadela puede ser parte de una dieta equilibrada si se consume con moderación y se eligen opciones más saludables. Sin embargo, es importante tener en cuenta que puede ser alta en grasas saturadas y sodio y debe cocinarse adecuadamente antes de comerla.