Investigar y estudiar son ambas acciones relacionadas con el aprendizaje y la adquisición de conocimiento, pero tienen algunas diferencias importantes.
Investigar implica la búsqueda activa de información nueva y desconocida sobre un tema específico, a menudo mediante la recolección de datos y la realización de experimentos. La investigación suele ser más específica y aplicada, con el objetivo de resolver un problema específico o responder a una pregunta específica.
Estudiar, por otro lado, implica el análisis y la comprensión de información ya existente sobre un tema. El estudio suele ser más amplio y teórico, con el objetivo de adquirir una comprensión general de un tema o un campo.
En resumen, investigar es la búsqueda de nuevos conocimientos, y estudiar es la comprensión de conocimientos existentes. Ambos son esenciales para el aprendizaje y el avance del conocimiento en un campo específico.