Investigar y opinar son dos procesos mentales distintos. La investigación se enfoca en recolectar información objetiva y verificable a través de métodos científicos y estadísticos. Es un proceso sistemático y riguroso que busca descubrir nuevos conocimientos y comprender fenómenos complejos. Por otro lado, opinar se refiere a la expresión subjetiva de un juicio o punto de vista sobre algo. No se basa en hechos comprobables, sino en la percepción personal y la experiencia del individuo.

Sin embargo, ambos procesos pueden estar relacionados. Por ejemplo, un investigador puede formar una opinión sobre los resultados de su investigación, pero debe ser capaz de sustentarla con evidencias y argumentos. Por otro lado, una persona puede opinar sobre un tema y luego investigarlo para obtener información que respalde o refute su opinión.

En resumen, investigar y opinar son procesos mentales diferentes, pero pueden estar relacionados entre sí ya que una puede ser una herramienta para la otra.