Algunas tradiciones sugieren que las moras son representativas de la sangre de Cristo. Algunos también creen que la corona de espinas que se colocó sobre la cabeza de Cristo para su crucifixión estaba hecha de zarzas (la planta).
En el folclore del Reino Unido se estipula que se debe evitar recolectar moras después del 11 de octubre porque el diablo las ha podrido o envenenado al escupir o hacer otros daños a las bayas.
100 gramos de moras contienen solo 43 calorías.
100 gramos de moras enteras contienen el 14% de la ingesta diaria recomendada de fibra en la dieta.
Las moras son muy ricas en antioxidantes que se sabe que protegen contra la inflamación, el cáncer, las enfermedades neurológicas y el envejecimiento.
100 gramos de moras contienen 23 mg de vitamina C, lo que equivale al 35% de la ingesta diaria recomendada.
Además de la vitamina C, las moras también contienen vitamina A, vitamina E y vitamina K.
Las moras contienen cobre, que es esencial para el metabolismo óseo. También es esencial para la producción de glóbulos blancos y rojos en el cuerpo.
Las moras contienen vitaminas B, ácido fólico, riboflavina, ácido pantoténico y niacina. Todos estos son esenciales para metabolizar los carbohidratos, las grasas y las proteínas en el cuerpo.
Las moras son de temporada, generalmente desde junio hasta septiembre, dependiendo de la región en la que se cultiven.
Las moras son muy perecederas. Solo durarán unos días una vez recolectadas y es mejor comerlas lo antes posible después de recolectarlas para obtener la máxima frescura y sabor.
El color muy oscuro de las moras es una prueba de los altos niveles de antioxidantes que contiene la fruta.
Las mujeres en trabajo de parto han utilizado las moras para ayudar a aliviar el dolor del parto, ya que tienen altos niveles de vitamina K, que puede actuar como un relajante muscular.
Las moras tienen niveles ligeramente más altos de antioxidantes que los arándanos.
Las moras de hoja perenne se consideran antivirales, antibacterianas y anticancerígenas debido al nivel de ácido elágico que contiene la fruta.
Los nutrientes en las moras contribuyen a mejorar la función inmunológica, mejorar la salud digestiva, la función cardíaca saludable, la prevención del cáncer, el control de peso, huesos fuertes, mejor visión de los ojos, coagulación sanguínea adecuada, piel más saludable, memoria mejorada y varios beneficios cognitivos.
Las moras se pueden encontrar creciendo en la naturaleza y en granjas donde se cultivan en América del Norte y otras partes del mundo.