Un freelancer es alguien que trabaja por cuenta propia, no responde ni trabaja para un empleador en particular. En su lugar, responden a sí mismos y son su propio jefe. No tienen empleadores, tienen clientes. Pueden facturar a sus clientes según el proyecto o por hora.
Un consultor también trabaja de forma independiente y tiene sus propios clientes. Sin embargo, a diferencia de un profesional independiente, un consultor puede ser interno o externo. Un consultor interno es alguien que trabaja principalmente con una compañía, casi como un empleado, y está disponible para otros departamentos para consultoría. Un consultor externo es alguien que está empleado para acudir y consultar al cliente sobre un proyecto o problema en particular, o en sus operaciones diarias.
Una de las principales diferencias entre un freelancer y un consultor es que un freelancer es un empleado para una tarea u objetivo en particular, es decir, escribir un artículo, una copia, o diseñar un logotipo, etc. Estas tareas son algo que un empleado haría Sí, pero en lugar de contratar a un empleado de tiempo completo, la compañía ha decidido utilizar un freelancer en su lugar. Además, un profesional independiente es una excelente opción cuando uno simplemente no tiene suficiente trabajo que justifique la contratación de un empleado de tiempo completo.
Alternativamente, un consultor tiene un papel asesor. Están diseñados para resolver un problema o para dar consejos sobre algo. Los consultores se adaptan mejor a esta tarea, ya que generalmente son personas que tienen años de experiencia en la industria y que a menudo son vistos como líderes del mercado.