Gasolina con plomo y gasolina sin plomo son palabras bien conocidas para quienes conducen. La mezcla de petróleo, que se conoce como gasolina, cuando se usa en automóviles u otros vehículos ingresa al motor de combustión donde se comprime altamente. Debido a esta compresión, tiene una tendencia a detonar por sí solo, o en términos simples, se enciende automáticamente, causando daños al motor.
Las compañías petroleras comenzaron a agregar plomo al petróleo y esto se convirtió en una práctica común en todo el mundo. La gasolina con plomo permitió a los fabricantes de automóviles innovar con los motores y crearon motores de compresión más potentes sin temor a que la gasolina lastimara al motor. Fue en la década de 1980 cuando los ambientalistas plantearon preguntas sobre el agregado de plomo a la gasolina, lo que llevó a una disminución de esta práctica. Es un hecho que el plomo es una sustancia venenosa, y tiene graves repercusiones para la salud humana y el medio ambiente.
En lugar de compuestos de plomo, se están utilizando diferentes aditivos para evitar el golpeteo de motores como hidrocarburos, éteres y alcohol. Casi todos los países del mundo, a sabiendas de los efectos nocivos del plomo en la salud y el medio ambiente, están elaborando planes para eliminar la gasolina con plomo.
La adición de compuestos con plomo a la gasolina hace que se la llame gasolina con plomo.
La gasolina que se vende sin compuestos de plomo se llama gasolina sin plomo.