La electricidad es el flujo de electrones y hay algunas sustancias que no permiten que la electricidad pase a través de ellos y se conocen como no conductores. Pero hay algunos, como los metales, que son buenos conductores de la electricidad. Entre estos conductores también, hay una clasificación de conductores óhmicos y no óhmicos.
La ley de Ohm dice que la corriente que fluye a través de un conductor es proporcional al voltaje siempre que otros factores, como la temperatura, se mantengan bajo control o sean constantes. Ahora, los conductores que obedecen esta ley se denominan conductores óhmicos, mientras que los que no siguen esta ley se denominan conductores no óhmicos.
Los metales puros como el cobre y el tungsteno son conductores óhmicos, ya que obedecen completamente la ley. Estos conductores necesitan presión y temperatura constantes para cumplir con la ley de Ohm. Su resistencia no varía con la corriente y permanece constante. Sin embargo, la intensidad de la corriente también debe ser baja o, de lo contrario, perderán esta propiedad de ser conductores óhmicos. Esto se conoce como efecto de calentamiento.
En los metales, hay electrones libres que son responsables de llevar corriente. Estos electrones libres vibran y con frecuencia chocan entre sí y también ocurre con los electrones de los átomos cercanos, lo que libera energía cinética. Cuando esta energía se pierde en forma de calor, dificulta el paso de los electrones y la resistencia del metal aumenta a medida que aumenta la temperatura. Así es como el conductor se convierte en un conductor no óhmico. Por ejemplo, el tungsteno que se usa en una bombilla de filamento es un conductor óhmico y permite el paso de la corriente, pero se convierte en un conductor no óhmico cuando la temperatura aumenta y comienza a brillar.
Los conductores que obedecen la Ley de Ohm se llaman conductores óhmicos, mientras que los que no obedecen la Ley de Ohm se llaman conductores no óhmicos.
La magnitud de la corriente no cambia cuando la corriente o el voltaje se invierten en los conductores óhmicos; La magnitud cambia en el caso de conductores no óhmicos.
En los conductores óhmicos, la corriente es proporcional al voltaje, mientras que este no es el caso de los conductores no óhmicos.