La betarraga se cosecha cuando alcanza el tamaño deseado, que puede variar dependiendo de la variedad y del uso que se le vaya a dar. Por lo general, las betarragas se cosechan cuando tienen un tamaño de alrededor de 10 a 15 centímetros de diámetro. Sin embargo, algunas variedades pueden crecer hasta ser mucho más grandes y tardar más tiempo en madurar.
Para determinar si la betarraga está lista para ser cosechada, puedes observar su tamaño y la consistencia de su piel. La betarraga debe tener un tamaño adecuado para su variedad y la piel debe estar suave y lisa, sin arrugas o daños. Además, es importante asegurarse de que la betarraga no esté expuesta al sol directo durante mucho tiempo, ya que esto puede hacerla amarga.
Es importante tener en cuenta que la betarraga es una verdura de temporada y se suele cosechar en verano y principios de otoño. En algunas regiones, es posible cosechar betarragas durante todo el año, pero es más común encontrarlas en el mercado durante estos meses.