El cuadro La Virgen joven auto-sodomizada por los cuernos de su propia castidad fue pintado por Salvador Dalí el año 1954, forma parte de una colección privada.
Esta pintura documenta el interés de Dalí en exagerar la representación de la forma femenina. Las formas con cuernos son abiertamente fálicas, y el título de la pintura ofrece un vínculo directo con el tono agresivo sexual de la obra.
La preocupación de Dalí por el falo fue un tema central a lo largo de su carrera.