Los granos se clasifican como granos enteros y granos refinados dependiendo de su procesamiento. Los granos enteros son más recomendados que los granos refinados debido a muchas razones. Principalmente debido a los beneficios para la salud.
Los granos enteros se llaman así porque están completos y las tres partes principales (salvado, germen y endospermo) están intactas. Es por eso son granos nutritivos y saludables para nuestros cuerpos. Nuestros cuerpos obtienen más vitamina B, E y ácido fólico al comer granos enteros. Los granos enteros, que contienen fibras, son buenos para nuestro cuerpo, ya que nos ayudan a reducir y controlar nuestro peso. Algunos ejemplos de granos enteros son el arroz integral, la harina de avena, las palomitas de maíz, el arroz salvaje, etc.
Por otro lado, los granos refinados se pulen, pero en el proceso, pierden su salvado y germen. Lo que se hace entonces es enriquecer estos granos con suplementos como vitaminas y minerales después de la molienda, pero aún así no tienen el mismo valor nutricional que los granos enteros. Los granos refinados tienen una textura más atractiva y también tienen una vida útil más larga, pero pierden nutrientes importantes como la vitamina B, el hierro y las fibras. Algunos minerales muy importantes, como el magnesio y el zinc, que están presentes en los granos integrales, se eliminan de los granos refinados. Entonces, pierden gran parte de su valor nutricional. No es posible agregar fibras a los granos refinados.