Científicamente hablando, los humanos somos simios dentro de la familia más grande, los primates. Nos caracterizamos por nuestra postura erguida y locomoción bípeda (por medio de las dos extremidades posteriores o piernas). También se sabe que tenemos habilidades motoras finas y un mayor uso de herramientas en comparación con otros simios. Sin mencionar el hecho de que los humanos tienen cerebros y sociedades más complejas y avanzadas.
Los simios y los humanos comparten muchas similitudes, y esta es probablemente la razón por la que a menudo se comparan, pero las diferencias están ahí y es demasiado obvio y significativo para ignorarlo.
Físicamente, los simios pueden tener las similitudes más cercanas a los humanos que cualquier otro animal, pero aún somos dos primates muy diferentes. Mientras ellos caminan a cuatro patas, nostros caminamos solo con dos piernas. También tenemos cerebros más grandes, piernas más largas en comparación con nuestros brazos, mucho menos cabello, una pelvis más ancha y, por último, pero no menos importante, una destreza impresionante para estirar las rodillas.
En cuanto al comportamiento, los humanos y los simios pueden ser socialmente activos, pero por diferentes razones. Los humanos usualmente nos unimos o estamos en un grupo solo porque queremos estar. En el caso de los simios, sin embargo, es únicamente para sus necesidades de supervivencia. Necesitan grupos para encontrar comida, cuidar a sus crías y protegerlas. Otra diferencia notable es que los humanos pueden comunicarse a través de muchas formas complejas, mientras que los simios solo pueden comunicarse en menor grado (sonidos y gestos).
Los humanos son los únicos primates que no pueden comer y respirar al mismo tiempo.