La diferencia radica en el salario, el entorno, el nivel educativo y, lo más importante, el tipo de trabajo realizado por los trabajadores de estas dos categorías.

Los trabajos de cuello blanco suelen ser trabajos profesionales, como los realizados por personal bancario o agentes de bienes raíces.

En otras palabras, los trabajos de cuello blanco son aquellos que se realizan principalmente mientras los trabajadores están sentados, y los trabajos de cuello azul son aquellos trabajos que se realizan principalmente mientras los trabajadores están de pie.

Los trabajos de cuello blanco a menudo requieren una amplia capacitación, así como una experiencia considerable, mientras que los trabajos de cuello azul pueden requerir menos experiencia, pero involucran diversas habilidades técnicas o mecánicas que también se pueden adquirir formalmente, con capacitación en el trabajo o por aprendizaje.

Por lo general, a los trabajadores en empleos de cuello blanco se les paga más que a sus contrapartes.

Casi todos los trabajadores en la categoría de trabajo de cuello blanco trabajan en un entorno de oficina, mientras que aquellos en trabajos de cuello azul trabajan en la indústria o en trabajos donde se exige una cantidad alta de esfuerzo físico.