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Mollerussa, con su encanto singular, se alza como la joya del Pla d’Urgell en la provincia de Lleida, una localidad que irradia historia, cultura y una belleza rural que te invita a explorarla. Desde su deslumbrante Museo de Vestidos de Papel hasta la emblemática Feria de Sant Josep, esta ciudad teje una experiencia única que te sumerge en la auténtica esencia de la Cataluña interior.
Los cimientos de Mollerussa están firmemente arraigados en el auge de la industrialización regional, gracias a la llegada del ferrocarril y la construcción del canal de Urgell a finales del siglo XIX. La primera industria en establecerse aquí fue La Forestal en 1890, una fábrica de papel y cartón que aprovechaba la energía generada por el canal. Además, la fuerza del agua impulsaba molinos, fábricas de harina y pequeñas centrales eléctricas en la zona.
Hoy en día, Mollerussa alberga fábricas de diversos sectores, desde la industria láctea hasta el procesamiento de frutas y la cría de cerdos, testigos vivos de su evolución industrial.
Mollerussa, que obtuvo su estatus de ciudad en 1975, cuenta con un casco antiguo relativamente pequeño delimitado por las calles Balmes, Mare de Déu de Montserrat y la Plaza Manuel Bertrand.
Si estás de paso o haciendo una ruta por el Pla d’Urgell, el turismo en Mollerussa debe estar en tu lista de actividades.
El Ayuntamiento, en el corazón de la ciudad, se ubica donde antes se alzaba la iglesia parroquial. La iglesia de Sant Jaume, construida a mediados del siglo XX, es el centro religioso de la comarca. Otra joya religiosa en la capital de Pla d’Urgell es la capilla de Sant Isidori.
Para los amantes de la arquitectura urbana, Mollerussa ofrece varias casas históricas, como Cal Jaques, un edificio modernista reformado a principios del siglo XX en la Plaza Mayor. Cal Bosch, una típica casa del siglo XIX, presenta hermosos medallones en las jambas de las ventanas.
La Casa Niubó, en la calle Carme, es una residencia señorial con una torreta que data del principio del siglo XX. Al lado, en Prat de la Riba, se encuentra Cal Duc, hoy transformada en el Centro de Cultura Contemporánea.
Un rincón encantador de Mollerussa es Cal Cobatxo, una casa que pasa desapercibida hasta que alzas la vista y descubres las ménsulas bajo el balcón del primer piso, en la calle Jacint Verdaguer, número 10.
Otra calle peculiar de Mollerussa es la calle de la Vilaclosa, un vestigio de la época medieval cuando la ciudad estaba cerrada. Esta calle estrecha, larga y oscura es un portal al pasado.
Si entras o sales de Mollerussa por la carretera de Linyola, no puedes dejar de admirar Can Cullerer, una masía del siglo XIX, y el Molí de Cal Calçoner, un molino de aceite que data de mediados del siglo XIX. Otro edificio industrial que puedes ver en la carretera de Belianes es la Farinera, un antiguo molino harinero de mediados del siglo XIX.
La Torre Noguesa, en la calle Ronda de Sant Pere, es otra de las típicas torres del Pla d’Urgell.
El paisaje de Mollerussa ha sido moldeado tanto por la agricultura como por la industria, especialmente debido al canal de Urgell. En sus alrededores, encontrarás varios molinos, saltos de agua como el Salt del Duran y rutas para caminar o andar en bicicleta que te permitirán disfrutar de la belleza de la Plana d’Urgell.
La mejor manera de descubrir Pla d’Urgell y entender la comarca es moverte por sus caminos rurales. Mollerussa y los otros pueblos de la comarca tienen caminos que te llevan a lugares que te están esperando. Simplemente camina o incluso puedes hacerlo en coche, ¡no te preocupes, no te perderás!
La fiesta mayor de Mollerussa se celebra el fin de semana más cercano al 15 de mayo en honor a su patrón, Sant Isidori. Dos de las actividades más destacadas son el desfile de Vestidos de Papel, que tiene lugar en Santa Llúcia, la patrona de las modistas, y la Feria Agrícola de Sant Josep, que se celebra el día de San José.
Durante la Navidad, Mollerussa se engalana con decoraciones navideñas, siendo uno de los pueblos mejor decorados de la provincia de Lleida. El ambiente festivo y las luces hacen de esta temporada un momento especial para visitar esta encantadora ciudad.
Mollerussa, con su historia, arquitectura y belleza natural, se erige como un rincón catalán que merece ser explorado en cualquier época del año. Sumérgete en su esencia y descubre el encanto del Pla d’Urgell.