La gastronomía más representativa de la zona es:
Mole Poblano: una salsa espesa y muy rica hecha de varios tipos de chiles y una notable cantidad de condimentos, que varían de una receta a otra, y que pueden contar con más de cien ingredientes diferentes. Entre los principales están: maní molido, sésamo, semillas de anís, canela, sal, pimienta negra, azúcar, ajo, cebolla, clavo, cilantro, tortilla, pan de trigo, tomate, pasas, manteca, trozos de carne de cerdo y… cacao.
Chalupas: conchas ovales o redondas a base de harina de maíz con bordes elevados para que puedan rellenarse con salsa picante y espolvorearse con queso blanco.
Molotes: pequeñas «galletas» a base de harina de maíz y queso con una gran variedad de rellenos, como sesos de cerdo, carne macerada, papas con salchicha de cerdo, flores de calabaza u hongos de maíz (huitlacoche).
Chiles en Nogada: chiles verdes rellenos de carne molida y cubiertos con salsa de nuez y semillas de granada.
Barbacoa de Puerco: cerdo a la brasa.
Cocada: postre compuesto de coco, huevo y azúcar, a veces también leche, piña, jícama o incluso vino.
Jamoncillo: nueces o semillas finamente molidas, especialmente calabaza, piñones o maní, preparadas con leche y azúcar.