Irán es el único país islámico donde los musulmanes chiítas tienen las riendas del poder. El islam chií es la religión oficial del país y el presidente, el primer ministro y los ministros del gabinete deben ser musulmanes. Aproximadamente el 99% de la población es musulmana, el 89% de los cuales son musulmanes chiítas y el otro 11% son musulmanes sunitas. El grupo no musulmán más grande son los bahá’í, su fe, que surgió de las enseñanzas de un musulmán del siglo XIX en Irán, ha sido denunciada como una herejía para el Islam. Los bahá’ís han sido severamente perseguidos por el gobierno chiíta desde la revolución de 1979, y muchos de sus líderes religiosos han sido ejecutados. Hay alrededor de 300.000 cristianos, incluidos los cristianos nestorianos (asirios).
El gobierno restringe abiertamente la libertad de religión. La constitución declara el Islam chiíta como la religión oficial y garantiza cierta libertad a los zoroastrianos, judíos y cristianos; sin embargo, otros grupos religiosos han sido perseguidos por sus creencias.