La comida continental se refiere a la cocina de las regiones del este y oeste de Europa. Las cocinas occidentales son bastante diversas entre sí, con diferentes platos de diferentes regiones de Europa.
En la comida continental se sirven salsas como condimentos o como guarniciones. Muchos productos lácteos se utilizan en el proceso de cocción, excepto en la cocina nouvelle. El pan de harina de trigo es la fuente más común de almidón en esta cocina, junto con pastas, albóndigas y pasteles. La papa también se ha convertido en una importante planta de almidón en la dieta de los europeos. El maíz es mucho menos común en la mayoría de la dieta europea, sin embargo, la harina de maíz es una parte importante de la cocina de Italia y los Balcanes.
La cocina italiana se ha desarrollado a través de siglos de cambios sociales y políticos, con raíces que se remontan al siglo IV aC. Tiene fuertes influencias de la cocina etrusca, griega antigua y romana antigua.
Los chefs italianos confían en la calidad de los ingredientes en lugar de la gran presentación. Los ingredientes y platos varían según la región, esta cocina destaca por su diversidad regional. El queso, el vino y el café son partes importantes de esta cocina.
La cocina italiana tiene una gran variedad de ingredientes que se utilizan comúnmente como frutas, verduras, salsas, carnes, etc. En esta cocina se encuentran muchas variedades de pasta, según la forma y el tamaño.
La pasta se clasifica en dos estilos básicos: seca y fresca. Las pastas secas estan hechas sin huevos y se pueden almacenar hasta dos años en condiciones ideales, en cambio las pastas frescas se pueden guardar un par de días en el refrigerador. La pasta generalmente se cocina hirviendo y se distinguen por sus formas: penne, espagueti, linguini, fusilli, lasaña, etc.