La hidrocodona es un analgésico que se clasifica como un opioide. Es un opioide semisintético que contiene un componente químico natural. La hidrocodona se deriva de la codeína, un alcaloide derivado de la adormidera. Es un analgésico narcótico utilizado particularmente para tratar el dolor moderado a intenso causado por el cáncer. Además, tiene propiedades contra la tos debido a que se deriva de la codeína. Este analgésico también se prescribe a personas que experimentan dolor postoperatorio a corto plazo, lesiones e incluso artritis.
La hidrocodona solo se puede comprar con una receta especial de un médico. El riesgo de dependencia física y psicológica, así como la responsabilidad por abuso, está en el mismo nivel que el de la morfina. Los efectos secundarios incluyen náuseas y vómitos, estreñimiento, somnolencia, mareos, aturdimiento, cambios de humor, dificultad para orinar, estrechamiento de las pupilas, frecuencia cardíaca irregular y opresión en el pecho.
La oxicodona es un analgésico opioide moderadamente fuerte. Es semisintético ya que se deriva de un alcaloide opioide llamado tebaína. La oxicodona se usa para aliviar el dolor agudo moderado a moderadamente severo. Sus efectos secundarios son similares a los de la hidrocodona, así como la forma en que actúa en el cuerpo para aliviar el dolor.
Si bien ambos tienen prácticamente el mismo propósito, tienen algunas diferencias, ya que son diferentes tipos de analgésicos narcóticos.
Un estudio médico que compara la potencia de la hidrocodona y la oxicodona encontró que se requería un 50% más de hidrocodona para lograr un grado particular de contracción de la pupila en comparación con la oxicodona. Los investigadores interpretaron esto como una prueba de que la oxicodona es aproximadamente un 50% más fuerte que la hidrocodona. En otro estudio, se descubrió que ambos analgésicos eran casi iguales para aliviar el dolor entre los pacientes con fracturas óseas.
Se sabe que la hidrocodona causa efectos secundarios como vómitos, náuseas, estreñimiento, somnolencia, cambios de humor extremos e incluso respiración irregular o lenta. La oxicodona también causa efectos secundarios similares, como pérdida de apetito, sequedad de boca, sudoración, retención de orina e incluso hipo.