Las manzanas crecen en los manzanos y son una de las frutas de árbol más cultivadas en el mundo. En Europa y Asia, las manzanas se cultivan desde hace miles de años y son originarias de Asia Central.
En los Estados Unidos se cultivan aproximadamente 2500 variedades de manzanos, y un árbol tarda hasta cinco años en producir su primer fruto.
La única manzana que es originaria de América del Norte es la manzano silvestre.
Las manzanas pueden ser tan pequeñas como una cereza hasta el tamaño de una toronja.
Una manzana de tamaño medio con piel contiene aproximadamente 116 calorías, 238 gramos de potasio, 30 gramos de carbohidratos, 5 gramos de fibra y solo 2 gramos de sodio.
Una manzana grande aporta aproximadamente el 28% de la cantidad diaria recomendada de vitamina C.
Son los fitonutrientes de las manzanas los que ayudan a regular el azúcar en sangre. Los polifenoles ayudan a disminuir la cantidad de glucosa que se absorbe en el tracto digestivo. Los flavonoides de las manzanas inhiben las enzimas que descomponen los carbohidratos complejos en azúcares simples.
La fibra de las manzanas ayuda a prevenir las enfermedades cardíacas. Aunque las manzanas no son muy ricas en fibra, la combinación de los nutrientes de una manzana y su contenido de fibra regula los niveles de grasa en sangre.
Para obtener todos los beneficios para la salud que pueden ofrecer las manzanas, es importante comer la manzana y la piel, en su forma entera cruda.
Las manzanas tienen la capacidad de hacer que una persona se sienta menos hambrienta y más satisfecha, lo que a su vez puede reducir el aumento de peso. Los estudios han demostrado que comer manzana unos 15 minutos antes de una comida reduce la cantidad de calorías que el individuo consumirá en la comida.
Las manzanas tienen la capacidad de alterar las bacterias en el tracto digestivo y estos cambios brindan beneficios para la salud, como equilibrar las bacterias digestivas.
Las manzanas tienen beneficios para la salud contra el cáncer, pero los estudios han demostrado que sus beneficios son mayores si se consumen a diario.
Los antioxidantes en las manzanas disminuyen la oxidación de las grasas de la membrana celular. La oxidación de grasas en las membranas celulares es una causa común de problemas cardiovasculares como la obstrucción de las arterias.
Los estudios han demostrado que las manzanas pueden reducir el riesgo de cáncer de pulmón, así como el riesgo de asma. Muy pocas frutas han demostrado ser protectoras contra el cáncer de pulmón.
El consumo regular de manzanas puede reducir el riesgo de cáncer de colon y de mama.
El consumo regular de manzanas puede disminuir el colesterol LDL (malo). También puede reducir el colesterol total.
Las manzanas pueden proporcionar beneficios antiinflamatorios. Hoy en día, muchas enfermedades crónicas son causadas por inflamación en el cuerpo.
Al almacenar manzanas, la mejor manera de preservar sus nutrientes es mantenerlas en cámaras frigoríficas. Cuando se almacenan correctamente, pueden durar varios meses con una pérdida mínima de nutrientes.