Los bitcoins se crean a través de un proceso llamado «minería». Esto involucra a los «mineros» que verifican y registran las transacciones de bitcoin en un libro contable público llamado «blockchain».
Cuando se realiza una transacción de bitcoin, esta se envía a la red de bitcoin para su verificación. Los mineros entonces verifican la transacción, confirmando que la dirección del remitente tenga suficientes fondos para completar la transacción y que la dirección del destinatario sea válida.
Una vez que la transacción ha sido verificada, se incluye en un bloque junto con otras transacciones no confirmadas. Los mineros entonces utilizan hardware especializado para intentar resolver un problema matemático complejo que tiene como objetivo encontrar un número específico llamado «nonce».
Cuando un minero encuentra una solución válida para el problema matemático, su computadora agrega el bloque a la cadena de bloques y se le recompensa con una cierta cantidad de bitcoins. La cantidad de bitcoins que se obtienen como recompensa disminuye con el tiempo, ya que se estableció un límite máximo de 21 millones de bitcoins que se pueden crear.
Es importante tener en cuenta que la minería de bitcoin es una actividad muy intensiva en recursos y que requiere un gran poder de procesamiento. Debido a esto, es común que los mineros se unan en «pools» de minería, compartiendo su poder de procesamiento y dividiendo las recompensas obtenidas en consecuencia.