A pesar de su proximidad geográfica y su pasado común como colonias británicas, Australia y Nueva Zelanda se han convertido en países bastante diferentes, con importantes diferencias culturales y sociales.
A pesar de que ambos países formaban parte del imperio británico, y siguen siendo parte de La Mancomunidad de Naciones, Australia era una colonia penal, mientras que Nueva Zelanda era una colonia religiosa. Australia era la tierra donde Gran Bretaña enviaba a sus convictos, mientras que la colonia de Nueva Zelanda fue fundada para difundir los ideales religiosos de Gran Bretaña.
Antes de la colonización británica, tanto Australia como Nueva Zelanda estaban habitadas por poblaciones indígenas con fuertes culturas y tradiciones.
Australia fue la tierra de los aborígenes, que se dividieron en varias tribus y usaron más de 250 idiomas diferentes.
Nueva Zelanda era la tierra de la población maorí, que todavía está muy presente en la sociedad moderna. El maorí es uno de los idiomas oficiales de Nueva Zelanda. Las tradiciones maoríes, como los tatuajes y los rituales tribales, son muy importantes en el país, mientras que en Australia no existe un idioma aborigen oficial debido a la gran diversidad de tribus aborígenes.