Normalmente se accede a la realidad virtual a través de un auricular. De esta manera, el mundo real puede ser completamente bloqueado y reemplazado por el entorno generado. La información provista por el dispositivo de VR puede incluir no solo la pantalla visual, sino también el sonido, el tacto (un controlador que retumba, por ejemplo) y el olor y el sabor en configuraciones avanzadas. Si bien la mayoría de los dispositivos minoristas actuales no pueden programarse para crear aromas o sabores, estas características se pueden experimentar en acción en lugares como los teatros 4D.
Los dispositivos de realidad aumentada son más diversos en diseño. Algunos dispositivos AR son similares a los auriculares portátiles, como las gafas de Google Glass. AR generalmente también usa teléfonos celulares para mostrar capas en el entorno circundante en su pantalla. En este caso, las aplicaciones de teléfono o tableta son la interfaz AR real, no el teléfono en sí. Las cámaras también pueden superponer capas sobre el mundo mientras el usuario mira a través de la lente. Los sistemas de AR más antiguos a menudo usaban computadoras como la interfaz entre el mundo real y la realidad aumentada, pero hoy en día las computadoras tienden a usarse para la realidad virtual. Al igual que los dispositivos de realidad virtual, los dispositivos y aplicaciones de AR intentan comunicarse con todos los sentidos del usuario para crear una experiencia creíble, pero el sonido y la vista son la información más fácil de comunicar en la actualidad.
La realidad virtual está diseñada para ser un sistema completamente inmersivo. Un dispositivo VR bloquea completamente el entorno físico del usuario y genera una pantalla virtual. Por esta razón, la realidad virtual es especialmente buena para medios como videojuegos o películas aumentadas, donde el usuario desearía estar completamente centrado en el contenido que está viendo. Sin embargo, la realidad virtual no se integra tan sutilmente en el mundo como AR y rompe la concentración del usuario.
Como su nombre lo indica, la realidad aumentada no es un entorno completamente separado. En su lugar, es una capa encima del entorno físico del usuario, y generalmente depende de las características del mundo real para expresar correctamente su contenido. Una aplicación de teléfono AR puede requerir que un usuario esté parado cerca de un punto de referencia histórico o cierto restaurante para ver información nueva o ilustraciones en su teléfono, por ejemplo. AR no pretende ser tan inmersivo como la realidad virtual.